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La negativa de una joven a mantener relaciones sexuales con su novio, el pasado día 2, desencadenó en una tensa situación en un piso de la barriada palmesana de Son Roca. El muchacho despechado amenazó con quitarse la vida delante de unos policías que acudieron a la casa y finalmente depuso su actitud tras obligar a su compañera y al padre de ella a entregarle 100.000 pesetas.

El incidente tuvo su origen esa misma mañana del segundo día del año, cuando Alejandro N.O., de 20 años, trató de mantener relaciones sexuales con su novia, de 27. La chica no accedió a sus deseos y el muchacho se marchó visiblemente molesto. Al mediodía regresó y le comunicó que el día 20 dejaría la casa, a lo que su compañera le replicó que no era necesario que esperara a esa fecha, sino que podía marcharse ese mismo día.

A renglón seguido la joven comenzó a hacerle las maletas, pero Alejandro se lo tomó a mal y se lo recriminó. Luego le reclamó 100.000 pesetas y tras la negativa de ella la tiró al suelo, se colocó encima y amenazó con matarla. La víctima se revolvió y consiguió zafarse, pero el novio regresó con un cuchillo y la volvió a inmovilizar. Sin embargo, en lugar de agredirla se levantó la camiseta y tras colocarle el cuchillo contra el abdomen le espetó: «Ahora verás cómo me mato».

Por segunda vez la muchacha consiguió huir y cerró la puerta tras de sí. En pocos minutos una patrulla policial llegó a la calle Cabo Formentor y accedió al inmueble. Allí se encontraron al acusado tumbado sobre el sofá, en actitud aparentemente tranquila. Cuando vio a los funcionarios se colocó el cuchillo contra su cuerpo, dejando entrever heridas recientes en su abdomen. A continuación Alejandro les indicó que si entraban en aquella dependencia se quitaría la vida y añadió que quería que le entregaran 100.000 pesetas de una cuenta corriente a nombre suyo y de la denunciante.