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Andrea Orta, la joven asesinada el pasado mes de abril en su domicilio de Manacor, recibió un segundo «tiro de gracia» para asegurar su muerte. Esta es la conclusión que expusieron los médicos forenses de Manacor, Emilia Salas y Javier Alarcón, que declararon en el juicio que se celebra en la Audiencia contra José García Coronado, alias «El Ñaco», que está acusado del asesinato de la madre de sus tres hijos. Los forenses explicaron que la mujer presentaba dos heridas de bala en la cabeza y no tenía posibilidades de sobrevivir. El primer disparo le alcanzó las cervicales y fue realizado desde lejos. El segundo tiro se realizó a poca distancia y destrozó la nuca. Los médicos confirmaron que este segundo disparo es el que se conoce como «tiro de gracia» o «ejecución», en el que el asesino se asegura la muerte de la víctima. Ambos peritos mantuvieron que la mujer fue atacada por la espalda, y ello se concluye porque la víctima se derrumbó en el acto y no presenta lesiones de defensa o de lucha.

Salas y Alarcón también se refirieron al estudio del estado mental del acusado. Los dos médicos explicaron que el acusado, pese a que es drogadicto, no sufre ninguna enfermedad mental.