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El fiscal repartió ayer la culpa entre dos conductores implicados en un triple accidente mortal en Campos. La acusación solicitó tres años de cárcel para Antonio L.D., que conducía un Seat Málaga, mientras que para el conductor de un Opel Corsa, en el que viajaban las tres jóvenes que murieron, pidió una multa.

El accidente se produjo en la noche del día 18 de enero de 1998 en la carretera entre Campos y Felanitx. En el percance murieron Encarnación Páramo, Víctor Rincón y Natasha Eliz Caire. En la sesión del juicio de ayer, que quedó visto para sentencia, se pudo visionar una reconstrucción informática del accidente, que no coincide con el atestado realizado por la Guardia Civil.

El fiscal considera que el conductor del Seat Málaga circulaba a demasiada velocidad (más de 170 kilómetros por hora) y además se encontraba bajo los efectos del alcohol. Ello justificaría que no se diera cuenta de la presencia en la carretera del coche en el que viajaban los jóvenes, que en el momento de producirse la colisión estaba realizando un giro. El Ministerio Público, que imputa a este conductor tres delitos de homicidio imprudente, sostiene que este consumo abusivo de alcohol le impidió evitar el accidente, ya que ni tan siquiera accionó el freno. El abogado del conductor del Opel Corsa criticó el informe de la Guardia Civil de Tráfico y afirmó que su cliente no tuvo responsabilidad en el accidente.