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El atracador de agencias de cambio de Palma y Calvià se disfrazaba para cometer los asaltos y obtuvo, a lo largo de un año, un botín aproximado de 2.300.000 pesetas, según informó ayer la Guardia Civil. El detenido es un hombre de 37 años de edad, llamado Antonio G.M. La Guardia Civil ha invertido casi un año en dar con este presunto atracador porque se trataba de una persona que, además de carecer de antecedentes, no dejaba huellas cuando actuaba.

La Guardia Civil confirmó ayer, tal como había publicado Ultima Hora el pasado domingo, que este individuo asaltó hasta once agencias de cambio situadas en Palma, s'Arenal y Calvià, armado con una pistola. Sus fechorías habían creado una gran alarma social entre los representantes del sector.

El presunto delincuente planificaba muy bien sus «golpes». No actuaba cada día; sólo cada dos semanas y siempre cometía el atraco a primera hora de la mañana. Aprovechaba el momento en el que el local abría sus puertas para entrar e intimidar a las personas encargadas del negocio. Los investigadores han comprobado incluso que esta persona había asaltado varias veces un mismo local.

Según pudo averiguar la Guardia Civil, Antonio G.M. actuaba vestido con un mono azul de trabajo. Con esta vestimenta vigilaba las agencias de cambio y lo hacía bien desde la calle o bien desde su coche. En el momento que decidía actuar -cuando se abría el local- se disfrazaba con un chándal y unas gafas oscuras, y perpetraba el atraco. En cada asalto solía obtener un botín de entre 150 y 400 mil pesetas. Cuando volvía a la calle, se desprendía del chándal y abandonaba el lugar vestido con el mono azul. La detención de este individuo fue casi casual. El pasado sábado la Guardia Civil localizó en Magalluf a un individuo que estaba vigilando una agencia de cambio. Al levantar sospechas se optó por identificarle. Al registrar su coche se comprobó que el hombre escondía una pistola de grandes dimensiones (se cree que es de aire comprimido), una funda para pistola, un cuchillo, un gorro de color negro tipo pasamontaña, varias prendas de chándal y unas gafas oscuras. Los agentes han comprobado que el individuo comenzó a cometer atracos entre los meses de enero a marzo del año pasado y se ha tardado un año en detenerle.