Un instructor de vuelo y sus dos alumnos resultaron heridos ayer
tarde al estrellarse la avioneta que pilotaban junto al estadio de
Son Moix, en Palma, a escasos 15 metros de la subestación de
electricidad de GESA.
El monitor Guillermo Rigo Barceló, de 25 años, José Manuel Cantó
Fontcubera, de 21, y Juan Miguel Palou Pons, de 28, todos ellos
residentes en Palma, habían salido de Madrid en un vuelo de
instrucción, a bordo de un aparato de la empresa Aerotec matrícula
EC-EOT. Los problemas empezaron poco después de las siete de la
tarde. La avioneta, de unos 6 metros de longitud, comunicó a la
sala de control de Son Sant Joan que tenía problemas de combustible
y desde el aeropuerto se indicó al piloto que tratara de tomar
tierra en las pistas.
El aparato, sin embargo, sobrevolaba en esos momentos Son Moix y
el polígono de Can Valero, y el motor comenzó a fallar. El
instructor, según testigos presenciales, planeó sobre el estadio de
Son Moix con la intención de aterrizar en el campo de fútbol del
Palau, pero detectó que había niños jugando en el terreno y viró a
su izquierda. Todo parece indicar que en ese momento intentó llegar
a los terrenos anexos a la gasolinera de Can Valero, despejados y
válidos para un aterrizaje de emergencia. Eran las 19'35 horas y la
avioneta dejó de planear. La pericia del piloto evitó que
colisionara contra unos cables de alta tensión y finalmente se
estrelló en picado contra los terrenos de la subestación de
electricidad de GESA, a 100 metros de la gasolinera.
Una patrulla de la Policía Local que se encontraba en las
inmediaciones investigando un caso fue la primera en dar la voz de
alarma, aunque en los minutos siguientes se sucedieron las llamadas
telefónicas a la policía y a los bomberos. El despliegue fue
espectacular y participó: el Cos de Bombers, el cuartel de San
Fernando, el Cuerpo Nacional de Policía y los servicios sanitarios
del 061 y de Ambulancias Insulares. Los tripulantes se encontraban
semiconmocionados en la cabina y el instructor consiguió salir por
su propio pie. Cuando los primeros efectivos de auxilio llegaron
Guillermo, José y Juan Miguel estaban en estado de 'schock' y
presentaban heridas en la cabeza y las extremidades.
Todos ellos fueron evacuados hasta la clínica Rotger y se espera
que en las próximas horas reciban el alta médica. Los bomberos,
durante media hora, procedieron a arrojar espuma sobre el morro de
la avioneta, ante el riesgo de que el motor se incendiara. Pese a
la aparatosidad del aterrizaje de emergencia, todo quedó en un gran
susto.
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