Una mujer, conocida en el barrio chino de Palma por su relación con
el tráfico de drogas, fue sometida ayer a juicio, acusada de vender
una dosis que le provocó la muerte a un joven. La acusada, Prisca
Angustias C.R., defendida por Miguel Ill Ferrer, ya fue condenada
por un hecho similar. Ayer se declaró inocente ante el tribunal de
la Sección Segunda de la Audiencia de Palma.
Los hechos ocurrieron en el mes de mayo de 1997. La principal
testigo de la acusación es la mujer que acompañaba al joven
heroinómano el día que se inyectó la dosis mortal. La mujer, que
está en prisión, explicó que aquel día acompañó a la víctima hasta
el barrio chino de Palma para comprar droga. Ella observó cuándo su
amigo contactó con un individuo, que le dijo que la única que tenía
droga en aquel momento era «La Prisca». La mujer no acompañó al
toxicómano, pero supo que entró en una finca de la calle Socors,
donde antes vivía la acusada. Cuando volvieron a encontrarse, su
amigo llevaba una papelina de droga agarrada al anillo. La mujer
reconoció que no había visto a la acusada entregar la dosis al
joven, que murió al día siguiente en su propio domicilio.
La acusada niega que hubiera vendido la dosis mortal y afirmó
que no conocía al joven que murió.
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