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Un pintor de brocha gorda disfrutó de un viaje inolvidable por Francia y Roma con el botín que obtuvo en un robo en Palma, según ha confesado el trabajador a la policía. El sujeto cuenta con un amplio historial delictivo.

El pasado día 21 de marzo un hombre se presentó en la Jefatura de policía y denunció que ese mismo día habían robado 424.000 pesetas de un local de la calle General Ricardo Ortega, que estaba en fase de reformas. El denunciante añadió que el principal sospechoso era un pintor, que nada más advertirse el robo había desaparecido.

La policía identificó al trabajador y el día 17 lo localizó en la Plaza Pere Garau. Luis G.C., de 56 años, no ofreció resistencia y se ofreció a explicar lo ocurrido. Relató que el día del robo, un sábado, se encontraba solo en aquella oficina y, casualmente, decidió abrir un cajón. Allí encontró el dinero, que no contó, y al verlo no pudo contenerse y lo hurtó. Luego cerró el cajón con llave y decidió desaparecer una temporada. Tomó un barco a Barcelona y a bordo de su propio coche recorrió Francia y luego llegó a Roma. El pintor aprovechó al máximo sus vacaciones inesperadas y cuando se le acabó el dinero regresó a Mallorca. Luis G. tenía tres reclamaciones judiciales pendientes "dos de ellas de juzgados de Inca" y cuenta con una detención anterior por una agresión sexual. El pintor se encuentra en la actualidad en prisión, cumpliendo una de las requisitorias judiciales.