Javier Jiménez20/04/00 0:00
TW
0

Un niño de ocho años sufrió la furia de su padre, que le propinó una tremenda paliza con un cinturón y que le provocó heridas de pronóstico reservado. El menor, al día siguiente, acudió a la escuela en un estado lamentable; amoratado y dolorido, y fueron sus profesores los que lo trasladaron urgentemente a un centro médico. La policía ha detenido al progenitor, que ha reconocido la agresión y ha manifestado que el pequeño se había comportado mal en el colegio. El altercado familiar aconteció a principios de esta semana, cuando el pequeño acudió, como cada mañana, a clase. Sus maestros quedaron impactados por su aspecto y le preguntaron qué le había pasado. Luego decidieron llevarlo a un PAC (Punto de Asistencia Continuada) palmesano, en donde los facultativos le detectaron hematomas severos en espalda y muslo, de pronóstico reservado. El portavoz de la Jefatura refirió que las lesiones revestían gravedad y el SAF (Servicio de Atención a la Familia) se puso en marcha nada más tener conocimiento de los hechos.

Las sospechas iniciales recayeron sobre el padre de la víctima, Manuel L.S., de 41 años, que el martes fue arrestado y trasladado a la Jefatura de la calle Ruiz de Alda, para ser interrogado. El hombre, en su declaración, reconoció que le había golpeado con una correa o un cinturón en su casa «porque se había comportado mal en la escuela» y añadió que le había atizado alguna vez con anterioridad, aunque no con mucha frecuencia. El detenido fue informado de que al pequeño podían quedarle señales en el rostro como resultado de la paliza y lo justificó diciendo que llevaba una alianza en uno de sus dedos, lo que al parecer había cortado al menor.

Las relaciones familiares en aquella casa son, al parecer, insoportables. Los policías también se entrevistaron con su mujer, que denunció que las agresiones físicas no se limitaban al hijo, sino que también ella era víctima de esos excesos físicos del cabeza de familia. Manuel L., por su parte, confesó que había maltratado a su esposa, pero objetó que sólo lo había hecho en una ocasión.