Miembros de la Policía Judicial de Manacor y la forense Emilia Salas examinan el cadáver del turista alemán. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA.

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La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor y de Palma están investigando la muerte de un turista alemán que a primera hora de la mañana de ayer fue hallado sin vida en una calle de la Colònia de Sant Jordi. El cadáver presentaba restos de sangre, pero a la espera de la autopsia todo parece indicar que su muerte no fue violenta. Friedel Erich Bruniug, de 50 años, llegó a principios de mes a la Isla junto a su esposa, que recientemente había regresado a su país. El hombre tenía previsto quedarse dos meses y viajó con su coche, un Alfa Romeo modelo 156.

Se alojaba en unos apartamentos frente al supermercado Miguel, en la calle Ramón y Cajal de aquel núcleo turístico, y su salud era muy delicada. Al parecer se encontraba gravemente enfermo y en su habitación se encontraron medicamentos y gasas ensangrentadas.

A las siete y cinco minutos de la mañana un vecino halló en la calle el cuerpo sin vida y dio aviso a la Policía Local. Los agentes pasaron el caso a la Guardia Civil, que envió a las dos unidades de Policía Judicial a la Colònia, ante la posibilidad de que se tratara de un homicidio o de una muerte violenta. Friedel Erich apareció tendido sobre la acera, en una esquina, y a la altura del cuello presentaba manchas de sangre. En su cartera había 80.000 pesetas, por lo que se descartó prácticamente que hubiera sido atracado. Los funcionarios beneméritos se entrevistaron con vecinos y comerciantes, que aseguraron que no habían visto o escuchado nada extraño a esa hora. A las once llegó al escenario la forense Emilia Salas, que examinó el cuerpo y corroboró la opinión policial; es decir, que no había indicios externos de agresión. La Policía Judicial acordonó la zona y realizó un amplio reportaje fotográfico. También inspeccionó su coche, que se encontraba a pocos metros de su apartamento y, por ende, muy cerca de donde fue hallado el cadáver.