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Misión: conservar el mayor 'pulmón verde' de Palma. El Cos de Bombers lleva más de dos semanas vigilando de ocho de la mañana a ocho de la tarde la serra de Na Burguesa, con el propósito de conservar una zona de especial importancia medioambiental y que en los años 93 y 94 fue duramente castigada por los incendios forestales. El dispositivo se mantendrá hasta el próximo 15 de octubre.

José Manuel Sierra, teniente de alcalde de Governació; Juan José Ferrando, director del Àrea de Governació; y Guillem García, jefe del Cos de Bombers, recorrieron ayer aquel paraje en cuatro vehículos forestales, acompañados de media docena de bomberos y de los medios de comunicación. La comitiva entró en Na Burguesa por la Coma Fonda, también conocida como carretera des Coll de sa Creu. Se trata de un camino angosto y complicado, que el vehículo de mayor tamaño -un Pegaso militar de 12 toneladascubrió con asombrosa habilidad. Joan Parejo, el conductor, explicó que uno de los riesgos de aquella ruta forestal consistía en los 'pinchazos': «En una ocasión pinché una rueda junto a un gran desnivel, en una curva, y nos las vimos moradas para cambiarla».

La comitiva llegó luego a unas barreras, que abrió uno de los funcionarios. Por tramos la carretera mejora, hasta que llega hasta uno de los depósitos instalados en la montaña hace algunos años: «Cada día los revisamos por si ha bajado el nivel de agua. En caso de incendio, son fundamentales para una rápida actuación», puntualizó Guillem García. La excursión avanzó hasta es Coll des Pastor, en donde el camión cuba descargó en un segundo aljibe de 25 centímetros cúbicos. Aquella colina, con una panorámica impresionante -en la que todavía se aprecia la catástrofe de hace algunos años-, sirvió a los bomberos para montar una estación móvil, para comprobar el estado de las comunicaciones.