La conductora del Ford Fiesta, que quedó destrozado, pudo salir del coche por su propio pie. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL.

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Una conductora que acababa de salir del recinto de la Feria de Abril, en el camí de Jesús de Palma, salvó la vida milagrosamente tras precipitarse con el coche desde casi 10 metros de altura al cauce de sa Riera.

El espectacular accidente tuvo lugar minutos antes de las cinco de la madrugada, muy cerca de la rotonda de la gasolinera de Can Valero, en el camí dels Reis en dirección a la rotonda de Secar de la Real. Araceli C.M., de 24 años, había pasado la noche en la Feria de Abril y a esa hora tomó el coche, un Ford Fiesta matrícula PM-BM, y se dirigió a su casa. El trayecto transcurría normalmente hasta que el turismo se salió de una curva -por causas que están por determinary se precipitó al cauce de sa Riera, que estaba seco. La caída fue libre; es decir, el coche no se despeñó por una pendiente del torrente, sino que 'voló' hasta aterrizar violentamente en el cauce. El Ford Fiesta, finalmente, volcó y quedó destrozado y su única ocupante, tras recuperarse del brutal impacto, pudo salir por su propio pie del habitáculo. Cuando los servicios sanitarios del 061 y la Policía Local llegaron hasta el camí dels Reis se encontraron a la víctima -que vestía con traje típico de sevillana- con el cuerpo cubierto de barro, consciente y lamentándose de golpes y contusiones.

El equipo de rescate la sacó del cauce en una camilla y los facultativos la examinaron in situ, a fin de determinar el alcance de sus heridas. Su estado, en realidad, era grave y los médicos temían que hubiera sufrido lesiones internas, por lo que fue evacuada hasta Son Dureta. Un testigo del siniestro declaró que ningún otro coche se había visto implicado en la salida de vía y que el Ford Fiesta, de repente, «desapareció» de su vista.