TW
0

Cinco vehículos estacionados en la calle Vista Alegre de Palma, cerca de Portopí, resultaron con daños materiales de consideración a consecuencia, supuestamente, de la furia de un vecino que había sido desterrado de aquella barriada por un juez y que decidió regresar para vengarse. El detenido, que responde a la identidad de Fernando B.B., de 65 años de edad, ya ha sido puesto a disposición judicial. El portavoz del Cuerpo Nacional de Policía explicó que sobre el acusado existía una orden judicial de prohibición de residencia en la citada calle, a la que incluso no podía ni acercarse, al menos desde el 12 de mayo de este año hasta el próximo 12 de mayo del 2002.

Fernando B. había protagonizado continuos incidentes con sus vecinos de barriada y había sido denunciado con anterioridad. Los residentes refirieron que se trataba de un hombre muy irascible y que había golpeado en ocasiones los coches que estaban aparcados. El caso llegó a juicio y el juez le prohibió volver a Vista Alegre. Así las cosas, el pasado día 21 efectivos de la policía de proximidad del MIP-A fueron requeridos por vecinos de aquella zona de Palma próxima a El Terreno. Cuando los policías llegaron explicaron que al menos cinco turismos que estaban aparcados habían sido atacados y que habían sufrido la rotura de faros y cristales al ser golpeados por un martillo.

Los requirientes añadieron que el autor de los daños era un vecino 'expulsado' de la calle Vista Alegre y que se hallaba, precisamente, en las proximidades. Los funcionarios dieron una batida y, en efecto, lo localizaron en aquel escenario, en actitud sospechosa. El portavoz policial no concretó si el martillo utilizado para provocar los destrozos había sido hallado en su poder, pero lo cierto es que el objeto contundente fue requisado por la policía tras aquella intervención.