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La operación policial aún sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. Hace unas dos semanas la policía detuvo a 10 personas e incautó casi dos kilos de cocaína. La investigación continuó y se descubrió la estrecha relación que existía entre una organización colombiana y conocidos traficantes de la Isla. El contacto entre ambos grupos resultó ser el llamado Raúl P.G., de 39 años, apodado «el Canario». Esta persona tenía contactos con pequeños empresarios que, en realidad, ejercían de intermediarios en el tráfico de drogas.

A mediados del pasado mes la policía averiguó que iba a viajar desde Madrid a Mallorca el responsable de esta organización colombiana. Se trataba de Rubén Darío G.G., de 28 años, que su misión no iba a ser otra que la de introducir grandes cantidades de cocaína para distribuirlas entre otros traficantes. El sospechoso llegó el pasado día 24. Se le siguió y se confirmó que mantenía una estrecha relación con «el Canario».

El pasado martes por la noche se decidió actuar. Se interceptó en la Avenida de Joan Miró el coche en el que iban los dos sospechosos. Dentro del coche se descubrió un kilo de cocaína, 2.700.000 pesetas y dos relojes valorados en más de dos millones de pesetas. Esa misma noche la policía registró la vivienda que ocupaba el colombiano, sita en la calle Porras. Allí se encontró otros 1.600 gramos de cocaína, 2.300.000 pesetas, una balanza de precisión e instrumentos para la manipulación de la droga. En este domicilio también se detuvo a los tres colombianos, que supuestamente colaboraban con su compatriota. El operativo policial continuó con el arresto de tres españoles que los agentes sitúan como intermediarios entre la organización colombiana y traficantes de droga que venden cocaína en Mallorca. Entre estos detenidos figura un empresario que explota la concesión de una conocida marca comercial.