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La madre de la discapacitada denunció el pasado día 26 ante la policía que su hija había sufrido una agresión sexual. La víctima, de unos 25 años, trabaja en un taller y el citado día acudió al trabajo media hora antes de lo habitual. Mientras esperaba a que abrieran la puerta un individuo la invitó a subir a un coche. Se marchó con ella, y según la víctima, él se bajó los pantalones y la ropa interior, le quitó la suya a la mujer, y comenzó a realizarle tocamientos por todo el cuerpo. La mujer no pudo aportar más detalles de lo ocurrido, salvo que sufrió un fuerte dolor en los genitales.

La discapacitada se sometió a una exploración médica. El facultativo no apreció ninguna lesión externa. Esta denuncia dio inicio a una investigación policial. Se descubrió, tras hablar con varios testigos, que el sospechoso era un hombre de color que llevaba una gorra amarilla, detalle que también indicó la víctima. La policía sospechaba que el individuo podría regresar al taller de discapacitados, por lo que se montó una vigilancia.

El pasado lunes se localizó a un individuo, aguardando dentro de un turismo Renault 9, que coincidía con las características físicas del sospechoso. La mujer le vio desde la ventana, le identificó y además se mostró muy nerviosa. La policía detuvo al individuo y se registró su coche, encontrándose la gorra. El detenido no quiso declarar.