Los forenses califican al parricida de «psicópata sin remordimientos»

Sobre la autopsia, los médicos confirmaron que la víctima Ahmed Adel Romouni sufrió unas 60 puñaladas. El primer ataque fue por la espalda. A continuación la víctima se levantó e intentó huir. Sin embargo el agresor le siguió y le continuó apuñalándole por la espalda. Al girarse, y al enfrentarse cara a cara con el agresor, éste le siguió acuchillando hasta que cayó muerto. Los forenses confirmaron que las puñaladas mortales fueron las últimas, por lo que el fiscal considera que hubo ensañamiento.

Sobre el examen mental del acusado, los médicos descartaron que el joven acusado de asesinato sea un enfermo mental, toda vez que no padece delirios ni alucinaciones. Los forenses califican a Yasser Ahmed Adel Barrero de psicópata, con una inadapción mental, que no sólo no se siente culpable por lo que ha hecho, sino que tiene tendencia a olvidar y a culpar a los demás de lo que le está ocurriendo. Los peritos, en este sentido, confirmaron que el acusado era consciente de lo que hacía cuando apuñalaba a su padre, si bien tenía problemas para controlar sus impulsos. Los médicos descartan que el acusado no recuerde lo que le había ocurrido, pese a que él mantiene lo contrario. Por último, los forenses consideraron que era irrelevante que su madre le hubiera abandonado a los diez años para configurar su personalidad.