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Las inmediaciones del edificio Guillem Cifre de Colonya, en el campus universitario, fueron el escenario elegido ayer para una tragedia simulada que movilizó a más de 150 personas, entre especialistas y «víctimas».

El ejercicio se inició a las seis y media de la tarde, cuando un autocar cargado de pasajeros "supuestamente estudiantes" colisionó frontalmente contra dos coches. A consecuencia del impacto el autocar volcó y uno de los turismos se salió de la calzada y se incendió. El segundo coche quedó destrozado y sus ocupantes atrapados en el interior. En pocos minutos se puso en marcha un descomunal dispositivo de emergencia en el que participó el 061, el centro de emergencias del 112, la Policía Local, el Cos de Bombers, la Cruz Roja, Clínic Balear, la Fundació Universitat-Empresa y la UIB.

El simulacro fue coordinado por Antoni Joan y fue supervisado por Francisco García, director de urgencias de la Clínica Rotger, y el doctor Jordi Pericàs, director del curso de Especialista Universitario en Emergencias y Asistencia Sanitaria en Catástrofes y profesor del departamento de Enfermería de la UIB. De las 150 personas movilizadas para el ejercicio, medio centenar eran alumnos del curso en cuestión y «ejercieron», por un día, de médicos y enfermeros. El resto estaba formado por estudiantes y por voluntarios. De la situación de emergencia ficticia se extrayeron conclusiones positivas sobre la celeridad en la actuación, la asistencia in situ, y el traslado de heridos. El «caos» en el campus dio paso a la normalidad una hora después.