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J.F.MESTRE/J.JIMÉNEZ Un funcionario de la Delegación de Hacienda en Palma, que ejerce de administrativo, fue detenido el pasado jueves por la brigada de Delitos Económicos de la policía que investiga el denominado «caso del juego». El empleado puede ser acusado de un delito de revelación de secretos.

La juez del juzgado de instrucción número 5 de Palma, por instancia del fiscal, pidió a la policía que investigara de qué forma se obtuvieron unos documentos que informaban de las actividades laborales del funcionario José Oliver, responsable del departamento que concede las licencias del juego. Oliver denunció que varias personas le habían estado vigilando. Estos documentos se intervinieron en el despacho del investigador privado Carlos Valencia, que había sido contratado por el empresario del juego Ismael Martín para que investiga a Oliver. El industrial afirmaba que se le estaba discriminando y se le denegaban licencias para su empresa Uninova 2000. Estos documentos reflejaban informaciones fiscales y laborales del funcionario Oliver, datos que no son públicos y que deben ser restringidos. El fiscal se interesó por conocer de qué forma el investigador Carlos Valencia había obtenido esta información.

En dichos documentos aparecía una clave informática. La policía ha comprobado la procedencia de esta clave y ha confirmado que 'salió' de un ordenador de la Delegación de Hacienda de Palma. El funcionario que maneja este ordenador declaró el jueves en Jefatura y después quedó en libertad. Sin embargo se le comunicó que en breve sería citado por la juez para que explicara de qué forma estos documentos restringidos, obtenidos a través de su ordenador, llegaron a manos del investigador contratado por el empresario del juego.

En este escándalo también aparece implicado el concejal José Manuel Sierra, quien aconsejó como abogado a Martín.