Cuando está a punto de cumplirse un año de la apertura de la nueva
cárcel de Palma el recinto acoge ya a casi un millar de presos, una
cifra muy superior a la del antiguo centro. Sin embargo, la
capacidad de las nuevas instalaciones no permite que se vislumbre,
de momento, el fantasma del hacinamiento.
El director de la prisión, Fernando Díaz, declaró a este
periódico que el número exacto de presos es, en la actualidad, de
924. La 'ciudad penitenciaria' de la carretera de Sóller posee
1.008 celdas, pero todas dobles, por lo que no existen problemas de
espacio. Díaz manifestó que el aumento de la población reclusa era
resultado de la nueva política penitenciaria, marcada por unas
instalaciones modernas y de una capacidad considerable. Cuando
todavía estaba en funcionamiento la vieja prisión, numerosos presos
eran enviados a otros centros de la Península porque la situación
aquí era delicada. Los que tenían condenas largas o eran
extremadamente violentos también salían de la Isla.
Sin embargo, desde el 30 de junio del año pasado la situación ha
cambiado: dos aviones con 90 reclusos efectuaron la operación
inversa en cuanto se inauguró el nuevo centro y fueron muchos los
reos que fueron trasladados a Palma por vía marítima. Con todo,
Díaz opinó que la situación es hasta la fecha 'óptima' y apuntó que
si las 1.008 celdas dobles no fueran suficientes, el nuevo centro
cuenta con 64 camas de enfermería, 36 celdas de aislamiento -que
son necesariamente individuales- y 72 de ingresos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.