Miles de bomberos y miembros de los equipos de socorro se
encuentran aún movilizados en Francia, Grecia e Italia, donde los
incendios, que han afectado en los últimos días a miles de
hectáreas de bosques y cultivos, han provocado la muerte de tres
personas.
Unos 850 bomberos estaban ayer aún movilizados en el sureste de
Francia, donde 1.500 hectáreas han sido ya destruidos por los
incendios, uno de los cuales provocó ayer la muerte de dos bomberos
que se vieron rodeados por las llamas. A una treintena de
kilómetros al noroeste de Marsella, un incendio que devastó unas
500 hectáreas pudo ser ayer controlado. Asimismo, otros 250
bomberos se encontraban aún en estado de alerta, horas después de
haber logrado controlar un incendio que se extendió a lo largo de
600 hectáreas a 20 kilómetros al oeste de Toulon.
En Grecia, un total de 650 bomberos intentaban ayer,
aprovechando la suavidad de los vientos, poner fin a un gran
incendio que arrasa desde el pasado jueves la isla de Samos, al
este del Mar Egeo. Asistidos por 61 vehículos, siete aviones y
cuatro helicópteros, luchaban en el sureste de la isla contra un
frente de llamas de varios kilómetros, situado en los pinares
cercanos a las localidades de Pyrgos y Mytilinaios, según indicó el
departamento de lucha contra los incendios. El fuego provocó ayer
la muerte de una mujer de 92 años, que fue encontrada carbonizada
en su casa incendiada, y ha destruido ya una treintena de casas y
granjas. Los medios cifran en unas 1.000 hectáreas la superficie de
pinares y cultivos destruidos. Por su parte, en Italia, unos
cincuenta incendios estaban activos ayer en el sur del país, sobre
todo en Calabria y Apulia, donde miles de hectáreas se han perdido
durante el fin de semana. Unos 4.000 bomberos y miembros de los
equipos de seguridad están movilizados, según Protección Civil.
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