No se trataba de una pitón ni tampoco de una boa constrictor, pero
por las medidas de precaución que adoptó la policía se podría
pensar que lo era. Una serpiente de más de un metro tuvo en jaque
el viernes por la noche durante dos horas a los agentes, que se las
ingeniaron como pudieron para sacarla de una alcantarilla de
s'Arenal.
Días atrás el cuartel de San Fernando ya había tenido noticias
de que una serpiente que se había escapado de una tienda de
animales había sido avistada en la Platja de Palma, pero en aquella
ocasión no se halló ni rastro del reptil. Anteayer, a las once de
la noche, dos turistas alemanes adolescentes que paseaban por la
calle Trovadors observaron cómo 'algo' que reptaba a gran velocidad
pasaba junto a ellos, lo que les provocó la lógica alarma.
La serpiente, de más de un metro de longitud y de vivos colores,
se introdujo en un desagüe sin salida y algunos testigos dieron
aviso al 092. Los primeros funcionarios que se desplazaron a esa
calle confirmaron la veracidad de la noticia y comenzaron las
gestiones para solventar la papeleta. Los intentos para contactar
con los biólogos de Marineland fueron inútiles y tampoco se
consiguió que ningún veterinario se desplazara a s'Arenal para
sacar al reptil de aquellas aguas sucias.
Finalmente, el responsable de la Unidad Nocturna compareció en
la calle Trovadors y, provisto de una caña y un lazo, 'pescó' a la
serpiente, que fue introducida en un saco. Luego se avisó a EMAYA
para que desplazara un contenedor y de esta forma el reptil fue
trasladado hasta el centro de Son Reus, a la espera de que los
dueños de la tienda de la que huyó lo reconozcan y se hagan cargo
de él. Casi todos los policías que intervinieron en la 'operación'
se enfundaron sus guantes y adoptaron todas las medidas posibles de
precaución, ante la posibilidad de que se tratara de un ejemplar
venenoso.
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