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EFE-LOS ÀNGELES Los mayores incendios forestales de los últimos cincuenta años en EE UU siguen quemando grandes áreas del oeste del país, adonde el miércoles se dirigió el presidente, Bill Clinton, para dar ánimo a los equipos de extinción. Más de 350.000 hectáreas han resultado calcinadas y unas 20.000 personas, entre civiles y militares, intentan sofocar los 65 fuegos que siguen activos en Arizona, California, Colorado, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México, Oregón, Utah, Washington y Wyoming.

En lo que va de año, han ardido en Estados Unidos 1'62 millones de hectáreas de bosques y vegetación. Clinton se acercó al incendio del parque nacional Payette, en el corazón de Idaho, para expresar su apoyo a los que siguen luchando contra este fuego, que después de veintiséis días ya ha consumido más de 9.000 hectáreas de terreno. «Estos son los peores incendios forestales que hemos sufrido en cincuenta años y el presidente quería estar cerca y ver a la gente que está luchando», informó el portavoz de la Casa Blanca Jake Siewert. El presidente consultará con los departamentos de Interior y Agricultura la rehabilitación de las zonas afectadas.

Además, anunció un fondo de urgencia de 150 millones de dólares para ayudar en los esfuerzos por extinguir estos fuegos. A pesar de la continua lucha, que ha conseguido apagar medio centenar de incendios en las últimas semanas, otros tantos siguen activos en los bosques de la franja oeste del país. Los fuegos se propagan con rapidez, dada la sequía y las altas temperaturas, que han llegado a alcanzar los 50 grados centígrados. En Montana, las llamas que consumen el valle Bitterroot han forzado a la evacuación de cientos de residentes. Este incendio ha consumido por el momento 73 edificios, entre ellos 51 hogares, en una zona que en los últimos decenios había vivido una explosión urbanística donde ahora sólo quedan cenizas.