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Los inmigrantes ilegales chinos que eran explotados por una banda desarticulada por la Guardia Civil pagaban 50.000 xuans (1.100.000 pesetas) para viajar a Mallorca y conseguir un trabajo en un restaurante propiedad de los acusados.

Tal y como adelantó ayer Ultima Hora , el caso de la explotación de los inmigrantes se descubrió después de que una ciudadana china presentara una denuncia ante la Guardia Civil de Pollença. La mujer, según explicó, había contactado con el 'cabecilla' de la organización en la Isla, D.B.Z., de 64 años. Su intención era residir, como fuera, en España y decidió 'hipotecar' su futuro para conseguirlo. Aceptó pagar una deuda de más de un millón de pesetas y llegó a la Isla con un visado de turista. Desde el principio fue contratada en un restaurante chino del Port d'Alcúdia propiedad del citado D.B.Z. y de los otros dos detenidos W.Y., de 32 años, y X.Z.Z., de la misma edad.

Realizaba jornadas agotadoras, de doce horas ininterrumpidas, y ganaba unas 80.000 pesetas al mes. Sin embargo, el salario iba destinado a pagar la deuda contraída con la red. Cuando la 'esclavitud' acabara sería libre, pero el problema surgió cuando comunicó a sus 'protectores' que estaba embarazada. Los implicados, supuestamente, le aconsejaron que abortara y se casara con un camarero de su misma nacionalidad. La denunciante se negó y el 'cabecilla' viajó a China para entrevistarse con su novio y aclarar el asunto.