La catástrofe forestal en el oeste de Estados Unidos continúa y los
incendios que han devastado millones de hectáreas, pese al
despliegue descomunal de medios, no están aún controlados.
Varias decenas de bomberos de Nueva Zelanda y Australia llegaron
recientemente para ayudar a combatir los incendios, que han
provocado ya 11 muertos. El fin de semana los grandes incendios
(los de más de 40 hectáreas) continuaban en actividad en 11 Estados
del país, la mayor parte de ellos en Montana, Idaho y Nevada. Los
otros Estados afectados son Arizona, California, Colorado, Oregón,
Nuevo México, Utah, Washington y Wyoming.
Los equipos de refuerzo de los dos países llegaron el viernes a
Boise (Idaho, oeste) y los integran 79 bomberos experimentados. Los
incendios se cobraron el viernes la undécima víctima, un bombero
que quedó atrapado en su camión devorado por las llamas en Wyoming.
El bombero «murió cuando su camión se incendió», declaró Apple a la
AFP. Otro bombero que estaba en el camión en el momento del
incidente logró escapar, agregó la portavoz. El fallecido es el
noveno bombero muerto en los incendios que asolan el Oeste desde el
mes de marzo.
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