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Los investigadores de Capitanía Marítima y de la Guardia Civil creen que el accidente marítimo en aguas de Andratx se debió a un descuido del yate «Auriga», que embistió al catamarán «Milenium» por su parte de babor a pesar de haberlo detectado en su rádar con más de cinco minutos de antelación. De acuerdo con la reconstrucción de los hechos realizada con los datos y declaraciones recogidos hasta la fecha, los responsables de la investigación han averiguado que el yate de lujo había salido a las 18'00 horas del pasado jueves de Formentera y se dirigía, por la ruta de Eivissa, al Port d'Andratx. Navegaba cerca de la costa a una velocidad aproximada de 18 nudos y antes de colisionar con el «Milenium» esquivó a un velero y a un buque mercante que se cruzaron en su camino. Sin embargo, con el catamarán de la 'Tras' no ocurrió lo mismo.

El capitán de esta última embarcación detectó en su rádar al «Auriga» a 3 millas de distancia y el yate hizo lo propio a 4 millas, lo que supone que las dos naves tuvieron más de cinco minutos para reaccionar e impedir la colisión. El «Milenium» navegaba a unos 38 nudos, una velocidad inadecuada al tratarse de una ruta de elevado tráfico marítimo, según reconocieron ayer los investigadores. El barco de la «Tras» tenía preferencia "utilizando un término automovilístico" y ambos capitanes confiaron en que no pasarían tan cerca uno del otro.

El capitán del «Auriga» iba colocado en el puente de mando, pero los investigadores no descartan que se descuidara unos instantes y no calculara bien la distancia con el «Milenium». Después de la tremenda embestida por babor el catamarán tardó unos 800 metros en detenerse y regresar al punto del accidente, a menos de una milla del Cap de sa Mola, en Andratx. Ambos capitanes ya han prestado declaración sobre lo ocurrido y en el caso del responsable del «Auriga» se han detectado algunos «puntos oscuros» que deberán ser esclarecidos en nuevas entrevistas.