El «Auriga» está inmovilizado en el muelle. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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MICHELS-JAVIER JIMÉNEZ
El juzgado marítimo número 9 de Cartagena ha ordenado el precinto y la inmovilización del yate de lujo «Auriga», que hace una semana colisionó en aguas de Andratx con un catamarán de la compañía Trasmediterránea, con un saldo de nueve heridos y daños millonarios en ambas embarcaciones.

La medida judicial se ha tomado después de que la compañía Remolcamosa, que llevó a cabo las tareas de remolque del «Auriga» horas después del choque, se personara en el juzgado y solicitara garantías de que iba a cobrar el dinero que les adeudan, que asciende a varios millones de pesetas. Tal y como informó ayer este periódico, el servicio marítimo de la Guardia Civil ya ha realizado el informe de lo ocurrido a poco menos de una milla del Cap de sa Mola y ha llegado a la conclusión de que una distracción del capitán del «Auriga» pudo provocar el accidente.

Las fuentes consultadas añadieron que ambas embarcaciones, dotadas de los instrumentos de navegación más modernos, se detectaron en sus radares con suficiente antelación -más de cinco minutos- por lo que la responsabilidad fue, con distinto peso, de ambos capitanes. Sin embargo, los investigadores piensan que el tanto por ciento de responsabilidad del «Auriga» es muy superior al del catamarán, que fue abordado por su parte de babor a pesar de que el capitán Roca consiguió efectuar una maniobra evasiva que evitó un impacto en la línea de flotación.

Las diligencias sobre la colisión marítima deben determinar, con total exactitud, qué ocurrió aquella noche y cuál fue el comportamiento de los dos capitanes. Luego se podrá concluir qué grado de responsabilidad tuvo cada barco y, por ende, qué compañías de seguros se hacen cargo de los cientos de millones en desperfectos. El pleito será largo y a la suma mencionada habrá que añadir el dinero que deja de ingresar Trasmediterránea al estar 'fuera de combate' el «Milenium».