Las prostitutas de color que desde hace meses están invadiendo las
zonas adyacentes a sa Porta de Sant Antoni, extendiéndose hacia las
Avingudes y calle José Anselmo Clavé, se ven sometidas desde hace
dos noches a un intenso 'acoso' por parte de la Policía Local.
Las continuas quejas de vecinos por las molestias, ruidos,
gritos, peleas y los amaneceres repletos de preservativos en los
dos colegios de la zona, han hecho que la Policía Local haya ideado
y puesto en marcha un operativo para controlar la situación. El
objetivo es claro: que todas las chicas de color que ejercen la
prostitución se agrupen en sa Porta de Sant Antoni, junto a las
blancas, y que así todo quede 'en familia'.
Para ello, cada noche se colocan vallas y señales de tráfico en
la calle Mateo Enrique Lladó y en las que se puede acceder a la
misma a través de las Avingudes, además de la calle Anselmo Clavé.
El paso está restringido para aquellos que, con sus vehículos,
acostumbraban a pasar en busca de la chica con la que irse después
a un solar oscuro a hacer un 'completo', una 'felación' o las dos
cosas por un precio a convenir. En cuanto a los residentes, éstos
tienen el paso abierto. Pero si algún 'busca chicas' se pasa de
listo y franquea las barreras, los agentes se limitarán a pedirle
que se identifique, todo dentro de la más estricta legalidad. Si
todo está correcto el ciudadano podrá seguir su marcha.
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