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Una mujer marroquí recibió una soberana paliza por sugerir a su esposo, también de esa nacionalidad, que el volumen de la televisión estaba demasiado alto. Los hijos del matrimonio, de corta edad, fueron testigos de la brutal agresión.

A las cuatro y veinte minutos de la madrugada la base del 092 recibió una llamada telefónica alertando de una riña familiar en un domicilio de Palma. Cuando los agentes se presentaron en la casa se encontraron a la víctima, de 36 años, con síntomas evidentes de haber sido golpeada y con sus hijos, muy asustados, en pijama en el pasillo. La mujer explicó que su esposo había llegado bebido a casa y que se había tumbado en la sala para ver la televisión. El hombre puso el volumen del aparato muy fuerte y su esposa le recriminó que los niños estaban durmiendo y se despertarían.

La reacción del marroquí fue tan instantánea como brutal: saltó del asiento, la agarró por el pelo y le tiró un vaso de agua encima. Luego la comenzó a golpear. La víctima aseguró que no era la primera vez que a su esposo «se le iba la mano» y añadió que ya lo había denunciado en cuatro ocasiones «pero nadie ha hecho nada». El sospechoso, de 39 años, quedó detenido y la señora fue trasladada hasta un centro médico próximo para que fuera atendida de las lesiones que presentaba.