De verde, de azul o de rojo. El cuartel de San Fernando ofreció
ayer su imagen más carnavalesca y cerca de un centenar de policías
cubrió su turno, para asombro de los ciudadanos, con el pelo o la
barba teñidos de colores chillones. Los agentes exigen a Cort que
pague las horas extras que adeuda desde hace más de un año y que en
muchos casos supone hasta medio millón de pesetas por funcionario.
«Esta medida no tiene nada que ver con los sindicatos, ha sido
algo espontáneo porque estamos hartos de que nos toreen y den
largas. Ningún policía hace ya horas extras porque no las cobramos
y tampoco nos abonan lo que nos deben. Los ciudadanos tienen que
saber que cuando hay un acontecimiento especial, como sa Rua o un
partido de fútbol en Son Moix, el personal de guardia debe cubrir
estos eventos porque no hay policías de apoyo y, como consecuencia
de esta situación, no hay policías en la calle», contó un agente
que prefirió mantenerse en el anonimato.
La medida fue secundada también por algunos mandos, los menos, y
provocó situaciones cómicas: «¿Qué pasa con los que somos calvos?»,
preguntaba en la cafetería un policía cuarentón. Los funcionarios
que patrullan la calle o que están de cara al público, en la
oficina de denuncias, por ejemplo, se sumaron a la protesta de los
más 'díscolos': «Tenemos sentido del ridículo y no nos gusta esta
situación, pero no nos queda más remedio», apuntó uno de ellos. La
medida, 'plagiada' de sus compañeros de la Policía Local de Son
Servera, que también piden mejoras, se prolongará indefinidamente
«hasta que Cort cumpla sus promesas». De esta forma, los sprays
multicolor volverán hoy a los aseos del cuartel de San Fernando, en
un espectáculo quizás más propio de una obra de Broadway o de una
reposición de «Loca Academia de Policía».
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