El Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de Manacor
investigaban ayer la desaparición de la joven de 23 años María
Sureda Gil, que reside con su familia en una casa situada en la
carretera de Manacor a Porto Cristo. La joven trabaja en un
comercio de Cala Bona y la tarde noche del pasado jueves, cuando
regresaba a su casa en coche, mandó una serie de mensajes escritos
con su teléfono móvil, primero a la Policía Local de Sant Llorenç y
después a familiares y amigos. En los mismos se aseguraba que era
perseguida.
Un hermano de la joven salió en su búsqueda, encontrando su
coche, un Renault Clío, en el camino por el que siempre regresaba a
casa. Las puertas estaban cerradas, no con llave, y dentro del
coche estaba el bolso de la joven, mientras que las llaves estaban
puestas en el contacto. Parece ser que dentro del bolso no estaba
su DNI, ni el carnet de conducir y tampoco había dinero. Parece ser
que la joven fue vista por última vez sobre las siete de la tarde
del jueves en un bar de Sant Llorenç.
Las investigaciones policiales no descartaban ayer ninguna
hipótesis en este caso. Días atrás, la joven comentó a un policía
que se sentía perseguida por dos hombres marroquíes que la seguían
en un coche, del que facilitó el color y el modelo, aunque al
parecer no se formuló una denuncia oficial al respecto. También, en
la última llamada que efectuó con su teléfono móvil, parece ser que
la persona que la recibió escuchó voces de la joven en el sentido
de que daba a entender de que alguien se la quería llevar y ella se
resistía, aunque este dato no es oficial.
Ayer tarde las patrullas policiales seguían con la investigación
del caso, y se daba a entender que el mismo podría estar resuelto
en las próximas horas. Los familiares de la joven se mostraron
intranquilos y angustiados al pasar las horas y carecer de
noticias.
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