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Desde la UIB se realizó ayer una conexión por videoconferencia con la Audiencia de Sevilla en la que la víctima de una violación prestó declaración a través de una cámara, sin la necesidad de desplazarse al juicio. Se trata del caso contra un hombre de 50 años, A.A.R., acusado de violar en el verano de 1996 a su hija, que sufre un ligero retraso mental.

Los hechos ocurrieron en Morón de la Frontera, pero se denunciaron en Mallorca. A través del adelanto técnico, los jueces de Sevilla escucharon también el testimonio, a través de la cámara, de la madre de la víctima, la hermana que denunció los hechos, dos forenses y el psicólogo. Todos ellos, que residen en Mallorca, contestaron a las preguntas que les formularon los abogados, cuya imagen se podía observar a través de dos monitores de televisión. Las imágenes tenían gran nitidez y el sonido era aceptable. El acusado, que es vecino de Palma, sí tuvo que desplazarse a Sevilla para el juicio.