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El presunto autor de un asesinato cometido hace ocho días en el bar El Panadero de la localidad de Motril, en Granada, se entregó ayer en el juzgado de guardia de Palma, el de Instrucción número 10 de Palma, y confesó el crimen. El individuo, de unos 29 años, llamado Raimundo G.T., ingresó ayer por la mañana en la prisión de Palma. La juez Carmen Abrines no le tomó declaración porque las diligencias sobre este caso se instruyen en un juzgado de Granada. La magistrada se limitó a ordenar el ingreso en prisión y comunicar la entrega al citado juzgado.

Fuentes próximas al caso explicaron que el joven se presentó en el juzgado de Palma sobre las 10.30 horas de ayer y se confesó autor de este crimen, que se produjo en la tarde del pasado día 15 de julio y le costó la vida a un hombre de 42 años de edad, con quien mantenía antiguas rencillas por motivos que no han trascendido. Carmelo Heredia, la víctima, murió al ser tiroteado mientras estaba jugando a las cartas en un bar de esta localidad granadina. Este local está situado en la calle Cruces. Según parece, Raimundo G.T. llegó al lugar de los hechos con un vehículo Renault Laguna.

Se bajó del coche, se introdujo en el bar y a continuación disparó varias veces apuntando directamente hacia la víctima, que no se dio cuenta de la llegada del asesino porque estaba distraído jugando a las cartas. Carmelo Heredia recibió el impacto de tres proyectiles y quedó muerto en el mismo lugar de los hechos. Mientras caída, el autor de los disparos salió del bar y se introdujo de nuevo en el coche, donde le estaba aguardando otra persona. Los dos se dieron a la fuga. Fueron los testigos los que identificaron al autor de los disparos, que según ha confesado tras entregarse ayer en Palma, huyó con su familia de Granada por temor a represalias. El joven pidió ayer a la juez de Palma que le concediera protección a su familia, porque está amenazada por los familiares del hombre asesinado.

Lo que está claro que el móvil de este tiroteo está relacionado con enemistades entre dos familias de Motril, si bien no ha trascendido los motivos de estas discrepancias. Sin embargo, el joven que se entregó ayer confesó decidió marcharse de Granada para evitar represalias tras el tiroteo, y viajó directamente a Palma, donde pudo llegar hace ya varios días. El joven, que será trasladado a Granada, declaró ayer que desconocía que Carmelo Heredia había muerto, y que se enteró días después por uno de sus familiares. El hombre asesinado llevaba una pistola encima en el momento de producirse el tiroteo.