El fiscal destaca el carácter violento de la supuesta asesina de Rocío Wannikhof

El carácter de la acusada está marcado por «tremendas explosiones de ira, pierde los papeles y al día siguiente no se acuerda», según el fiscal, quien relató dos ocasiones anteriores en las que Dolores Vázquez «mandó a un joven al hospital cuando vivía en Canarias» y otra agresión a una vendedora de cortinas. También explicó a los miembros del jurado que antes del asesinato Dolores Vázquez contó a una vidente que estaba enamorada de una persona, pero que no podía estar con ella porque se lo impedía uno de sus hijos, y que «se tenía que vengar».

Durante su exposición, que se prolongó durante hora y media, el Ministerio Público calificó de «odio» el sentimiento de Rocío Wanninkhof hacia la acusada, ya que le había hecho «mucho daño sentimental y económico a la familia». Además, describió un episodio en el que la empleada del hogar relató de qué manera Dolores Vázquez apuñaló un pasquín con la foto de Rocío, «y lo hizo con tanta fuerza que arañó o dejó marcado el fregadero», hecho que se produjo antes de que apareciera el cadáver y de que la familia supiese que había sido apuñalada. El fiscal explicó a los miembros del jurado cómo se desarrolló la investigación policial, que fue «muy rigurosa y científica», y les pidió que «sean fieles en su conciencia y no les tiemble el pulso con cualquier decisión que tengan que tomar».

Por su parte, el abogado defensor, Pedro Apalategui, dijo que no tiene constancia de las agresiones que el fiscal ha acusado a su patrocinada e insistió en que no existe ninguna prueba incriminatoria contra Dolores Vázquez. El letrado pidió al jurado que si considera que Dolores Vázquez no es culpable y la absuelve del delito de homicidio, solicite que continúen las investigaciones porque «no se sabe cómo murió ni cómo la mataron».