El soldado profesional de 20 años de edad que el pasado sábado se
disparó con su fusil en el estómago, sigue debatiéndose entre la
vida y la muerte, y su estado en estos momentos es muy grave, según
señaló un familiar. M.P. sigue ingresado en la Unidad de Cuidados
Intensivos del hospital de Son Dureta, donde ayer estuvieron,
además de sus familiares más cercanos, algunos representantes del
Ejército.
Los hechos ocurrieron en la Base General Asensio. El familiar
explicó que el deseo del soldado era poder salir del cuartel,
porque le habían impuesto un arresto de 45 días por motivos que,
según él, eran de poca importancia. El soldado había pedido ayuda
psicológica y, según sospecha la familia, algún mando de la base no
le permitió acudir a la visita que tenía prevista con el
especialista. Durante el pasado fin de semana al joven le tocó
cumplir una guardia. Fue en uno de estos turnos cuando el soldado,
encontrándose solo, cogió el fusil y dirigió el cañón hacia su
estómago. A continuación disparó, produciéndose lesiones internas
muy graves.
El familiar señaló que el joven ingresó en el Ejército hace
cinco meses, pero no le gustó el ambiente del cuartel. Esta persona
señaló que los mandos de la base han dicho a la familia que se ha
tratado de «un accidente». La familia piensa presentar hoy una
denuncia en el juzgado.
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