La víctima, practicante experimentado de este deporte, se estrelló
contra la barandilla exterior que rodea uno de los elementos de la
central, según detalló ayer un portavoz de la compañía GESA. Esta
colisión se produjo a unos 15 metros de altura y el deportista, que
murió en el mismo lugar de los hechos, quedó tendido en una especie
de balcón que existe en este elemento de la fábrica, que se trata
de un aparato ecológico, conocido como precipitador, que se utiliza
para controlar los gases tóxicos.
Este desagradable incidente se produjo sobre las 14.40 horas de
ayer. Una media hora antes Rafael Borrás, vecino de Pollença, había
saltado con el ala delta desde el Puig de Sant Martí. Sin que se
conozcan todavía las circunstancias, pero posiblemente por una
ráfaga imprevista de viento, el deportista no pudo controlar el
aparato. De esta forma, no pudo evitar que el aparato fuera a
estrellarse contra la fábrica de electricidad.
Un grupo de operarios que estaba a punto de arrancar el Grupo 4
escuchó un fuerte estruendo. El capataz se dirigió hacia la
barandilla exterior y comprobó que se había producido este
accidente. Intentó ayudar a la víctima, pero comprobó que estaba
inconsciente y que posiblemente ya estaba muerto. Los trabajadores
comunicaron el suceso a través del «112». El centro de emergencias
informó a las fuerzas de seguridad y a los servicios sanitarios. Un
médico confirmó después que Rafael Borrás estaba muerto y que había
perdido la vida por las heridas al estrellarse contra esta
barandilla metálica.
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