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«Estaba relativamente tranquilo porque tengo bastante experiencia en el mar, pero pasé por momentos de auténtica histeria; ha sido muy duro». José Luis Cernuda Cladera, el joven de 26 años que pasó casi cuatro días a la deriva a bordo de una lancha motora en aguas de Mallorca, se recupera en su casa y ayer fue examinado de nuevo por un médico.

El joven explicó que la travesía que debía cubrir iba del Portitxol a Cala Nova, pero ese último día del año le tenía reservada una desagradable sorpresa: el motor comenzó a fallar y su barco «Rumrunna» quedó a la deriva. «Me fui hacia Cala Figuera y me quedé sin batería en el móvil. De noche encendía una antorcha con unas telas, para tener luz y algo de calor», explicó José Luis, que no portaba comida a bordo aunque sí agua. «El tercer día llegué a estar más cerca de Castellón que de Eivissa y me asusté bastante. Luego hice un apaño con el teléfono móvil y conseguí recargarlo con la ayuda de un anzuelo, y así pude pedir ayuda al centro de emergencias 112», contó. José Luis es un veterano navegante y ha atravesado el Atlántico en un barco a vela.