El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Palma juzgó
ayer a tres jóvenes acusados de tráfico de éxtasis. Se trata de
José Angel M.B., Fernando A.M. y Mario M.R. A los dos primeros la
Fiscalía les reclama tres años de prisión, mientras que al tercero
se le pide doce años de cárcel porque se entiende que era el dueño
de las más de siete mil pastillas que le intervino la policía.
Esta operación se llevó a cabo en el mes de noviembre del año
2000. La policía interceptó en primer lugar a José Àngel. En el
interior de su coche se localizaron 245 comprimidos de éxtasis con
el anagrama «Armani». Según la acusación, al joven le entregó esta
droga Mario, y tenía pensado entregarla a Fernando.
Ese día la policía pidió autorización judicial para registrar el
domicilio de Mario M.F., ubicado en la localidad de Santanyí. Allí
se hallaron siete bolsas de plástico que contenían 6.912
comprimidos de éxtasis.
Los acusados fueron defendidos por los abogados Gaspar Oliver,
José Ignacio Herrero y Laureano Arquero. El primer letrado denunció
que la policía pidió autorización judicial para registrar la
vivienda a un juez de Palma, cuando la casa estaba ubicada en el
término judicial de Manacor. El abogado pidió el «derecho al juez
natural».
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