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Un matrimonio residente en la zona de La Vileta (Palma) ha denunciado, ante el Juzgado de guardia, al Centre de Salut de Son Serra-La Vileta por considerar que el personal de guardia de dicho centro se negó a atender a María Gracia López Requena argumentando que su turno había terminado. Los hechos, según ha denunciado ante el Juzgado, el marido de Maria Gracia, Marino Sierra Fajardo, sucedieron la noche del 29 de enero, «mi mujer y yo estábamos cenando pescado cuando Maria Gracia se clavó en la garganta una espina de gran tamaño». Al comprobar que se estaba ahogando «acudimos a nuestro centro de salud, ubicado en la misma calle en la que nosotros residimos, y nuestra sorpresa fue mayúscula cuando en dicho centro se negaron a asistirla ya que el turno había terminado a las 21 horas», y según el denunciante eran aproximadamente las 21.05 horas.

Marino Sierra añade que en el centro de salud de Son Serra-La Vileta «nos remitieron al centro de Son Pisà y nos dijeron que en cinco minutos estaríamos allí», a lo que el denunciante contestó que «no tengo medio de locomoción para trasladar a mi esposa de forma urgente y continuaron sin atenderla», explica. Después de varios minutos de tensión y discusión, siempre según el denunciante, decidieron salir del centro de Son Serra-La Vileta e intentar llegar al de Son Pisà: «Tuvimos la suerte de encontrar a nuestro hijo político y éste se ofreció a llevarnos, con su vehículo, al centro de Son Pisà, al que llegamos sobre las 21.20 horas», explica Sierra y añade que «en Son Pisà nos atendieron en seguida y en menos de tres minutos le sacaron la espina a mi mujer».

A las 8.45 horas de la mañana del día 30 de enero, «y una vez comprobado que sólo se había tratado de un susto, pero que podría haber sido grave», explica Marino Sierra, «me dirigí al centro Son Serra-La Vileta para preguntar los nombres de las dos personas que no nos quisieron atender y no me quisieron dar los nombres, por lo que pedí una entrevista con el coordinador del centro y me dijeron, con malos modos, que no estaría allí hasta las 13.30 horas». Marino Sierra decidió entonces «acudir al Juzgado de guardia para denunciar la actuación negligente y despectiva del personal del centro hacía nosotros».

Puestos en contacto con Juli Fuster, gerente del IB-Salut y Joan Pou, gerente de Atenció Primària de Mallorca, ambos han confirmado que abrirán una investigación para comprobar si se han producido los hechos denunciados por el matrimonio Sierra-López, a pesar de que «a nosotros no nos consta ninguna denuncia».