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Las declaraciones de testigos en el Juzgado de Instrucción número 1 de Palma por el llamado «caso juego» han arrojado nuevos datos sobre esta trama. Uno de los responsables policiales que en el año 99 estaba en la brigada de control de juegos de azar de la Jefatura Superior declaró que Ismael Martín Gago, el dueño de la empresa Uninova, fue citado para que presentase las facturas y albaranes de las máquinas y manifestó que no recordaba ninguna investigación «parecida» sobre otra empresa que no fuera la del empresario catalán.

Otro testigo, del Grupo de Delincuencia Económica, recordó que «un día estando de incidencias» un superior le ordenó citar a Ismael Martín, pero recalcó que no tenía nada más que ver con el caso. El mando añadió que la citación era para que se presentase con la documentación de las máquinas y sentenció que la orden la recibió «verbalmente». El declarante aclaró que él no estaba en el Grupo de Delincuencia Económica cuando Ismael Martín compareció, por lo que no es cierto que le hubiese dicho al empresario catalán que le había tocado «ese marrón» (refiriéndose al caso) y que se lo pasaría a otro compañero, tal y como sostiene el dueño de Uninova.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Palma tramita la denuncia presentada por Ismael Martín por ocultación de documentos y prevaricación contra Lorenzo Morey y José Oliver, los responsables de la Conselleria d'Hisenda cuando surgieron los problemas con la tramitación de licencias y guías de Uninova. En el Juzgado número 5 se instruyen las denuncias por amenazas y coacciones de José Oliver contra Ismael Martín.