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J. F. MESTRE Los representantes de los seis sindicatos policiales de Balears mantuvieron ayer un encierro de 24 horas en el edificio de Jefatura (que se ha prolongado hasta las ocho de la mañana de hoy), en protesta por la falta de diálogo y negociación con la Dirección General de Policía. Pablo Riquelme, secretario general del SUP en Balears, que se convirtió en portavoz de los representantes sindicales, denunció que «los policías estamos sufriendo con el Partido Popular la etapa más negativa de toda nuestra historia».

A esta medida de protesta participan los representantes de la Asociación Nacional de Policía (ANPU); el Sindicato Unificado de Policía (SUP); Unión Federal de Policía (UFP); Sindicato Profesional de Policía (SPP); Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU) y Sindicato de Comisarios de Policía (SCP).

Riquelme señaló que el Ministerio de Interior, con el apoyo de la Dirección General de Policía, «se niega a negociar y a reconocer los derechos fundamentales de los policías». Para el representante la situación «es grave», y por ello los sindicatos, a nivel nacional, «nos hemos visto obligados a iniciar medidas de presión». El secretario general del SUP anunció ayer que las unidades sindicales aprovecharán este momento en el que España ostenta la presidencia europea «para dar a conocer a los socios europeos la precaria situación que sufren los policías españoles». Riquelme también señaló que se protesta por «el fracaso del proyecto de Policía 2000 que ha supuesto el número de delitos pequeños, que son los que afectan al ciudadano, se disparen».

Por otra parte, el jefe superior de Policía, Eduardo Pérez Extremera, prohibió ayer la entrada en el edificio de Jefatura a los periodistas para reunirse con los sindicalistas.