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El hotel Punta del Mar de Sant Ponça, que el pasado sábado registró un incendio que provocó el desalojo de 140 turistas alemanes, está pendiente de una resolución judicial, la cual determinará el grado de responsabilidad de la propiedad del establecimiento, la sociedad Portonovo SA, al abrir el hotel teniendo un expediente sancionador y propuesta de cierre de la Conselleria de Turisme. El aparthotel, que es explotado por la cadena D'Or Hoteles, cuenta con 186 habitaciones, de las cuales 127 las tiene desdobladas de forma ilegal y sin contar con permiso ni autorización alguna de la Conselleria de Turisme, que detectó el pasado verano, dentro de la campaña de inspección para erradicar la oferta turística ilegal, que dicho establecimiento se ofertaba en el mercado con más plazas de las autorizadas.

Así, el 14 de agosto de 2001, a la vista del informe de los servicios de inspección de la Conselleria de Turisme, se inician los trámites de las medidas cautelares del expediente de cierre y sancionador. A la vista de la actitud de la propiedad del establecimiento, Turisme se ve obligado a remitir el 23 de octubre de 2001 el expediente del hotel Punta del Mar al Juzgado de Instrucción de Guardia de Palma, que contemplaba el cierre total y una sanción económica de 20 millones de pesetas. Durante este tiempo el expediente de este establecimiento no ha sido resuelto, pero el juzgado que lo tramita deberá actuar para resolver el conflicto que se ha planteado ahora tras su apertura ilegal y el consiguiente incendio que tuvo el pasado sábado.

Se da la circunstancia de que este hotel cerró sus puertas a finales de septiembre y volvió a abrirlas el día 22 de febrero, circunstancia que demuestra que hay touroperadores que hacen caso omiso de los consejos de Turisme de no comercializar oferta no reglada para evitar la competencia desleal a la oferta turística legalizada.

En cuanto a las medidas de contraincendios, el hotel cuenta con todos los permisos en regla, aunque los desdoblamientos realizados han incrementado el número de turistas que se pueden alojar, circunstancia que en opinión de los técnicos no implica que el hotel no hubiera adaptado las medidas de contraincendios a su nueva situación, pero este hecho no ha sido notificado a Turisme porque los desdoblamientos se realizaron sin contar con el permiso ni autorización de la Conselleria de Turisme.