Si Juanito García fuera estadounidense, algún productor habría
filmado una película basada en su vida. Sería la historia de una
persona que cometió un error, que se refugió en el deporte y que
terminó proclamándose campeón del mundo de kick boxing versión
Fidam. En octubre de 2000 la Guardia Civil detenía a Juanito García
por estar involucrado en una operación junto a otras siete personas
en la que se intervinieron 2.500 pastillas de éxtasis. García
ingresó en prisión y pasó diez meses como monitor deportivo del
centro penitenciario. Escarmentado por el error, Juanito García
ficha tras salir de la cárcel por RS Promotions en agosto de 2001 y
vuelve a los entrenamientos; ahora más motivado que nunca.
Dos meses después se proclama campeón de España de kick boxing,
solicita luchar por el título europeo en noviembre, pero al no
recibir contestación se le abre la puerta para tratar hacerse con
el título mundial (todo versión Fidam). El 22 de diciembre de 2001,
Juanito García vivía uno de los capítulos más felices de su vida.
Ganaba por KO en el primer asalto al francés Marc Chavey y se
proclamaba campeón del mundo versión Fidam. Su título mundial va
unido al reconocimiento del Consell de Mallorca, que lo distingue
en la Gala de l'Esport y le abre la puerta de la selección
española.
Juanito García forma parte del combinado nacional que derrotó el
2 de febrero a Portugal y su exhibición ante el representante luso,
al que también derrota por KO, convence a los representantes del
K-1 España, que le convocan para participar el 12 y 13 de abril en
una prueba en la que se miden los ocho mejores especialistas de
todas las federaciones y asociaciones españolas. El pasado martes
19 de febrero la defensa de Juanito García y la Fiscalía alcanzaron
un acuerdo. El deportista confesó el delito y aceptó una pena de
cuatro años de prisión. El púgil mallorquín reconoció el error
cometido en octubre de 2000 y tras participar en el K-1 España
ingresará de nuevo en prisión, donde volverá a ejercer como monitor
deportivo y donde permanecerá a la espera de obtener el tercer
grado lo antes posible.
Juanito García asegura sentirse «totalmente arrepentido del
error que cometí hace dos años. Estoy completamente rehabilitado;
ahora el deporte es toda mi vida. Proclamarse campeón del mundo te
cambia la vida. Mi camino está claro y sólo espero seguir ganando
más títulos». El púgil mallorquín ya sólo piensa en su nueva vida.
No esconde agradecimientos para su nuevo equipo y guarda «un grato
recuerdo del Consell de Mallorca. No se me olvida que la presidenta
Munar me distinguió como el mejor deportista mallorquín de 2001. Es
un reconocimiento muy importante y confío en poder recompensarles
con nuevas victorias». La agenda de Juanito García está repleta de
compromisos.
El campeón mundial espera que «el centro penitenciaro me otorgue
pronto el tercer grado para poder seguir ganando nuevos títulos.
Ellos son los que deben determinar si salgo antes o después; a mí
solo me queda trabajar junto a ellos como monitor deportivo, tener
un buen comportamiento y seguir preparándome para regresar lo antes
posible al ring». El campeón del mundo de kick boxing versión Fidam
finalizó señalando que «nadie debe desconfiar. El pasado se ha
quedado atrás y no pienso volver la mirada. Cometí un error pero no
volverá a suceder nunca».
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