«Ya me había despedido de mi familia, imagínate si lo vi negro».
Peter Melis, el tripulante español del yate «Mowgli», explicó ayer
a las circunstancias en que se produjo
el naufragio y las interminables horas que le sucedieron, en las
que llegó a pensar seriamente en la muerte. Melis, que nació en
Palma y reside en Portals Nous, relató que el viernes por la mañana
salieron del puerto de Tarragona con destino a Mallorca y que el
trayecto a bordo de aquel barco de madera de 15 metros de eslora
transcurrió sin sobresaltos hasta que él y su compañero se
acercaron al islote de sa Dragonera: «Cuando faltaban unas cinco
millas para llegar, una gran ola de dos o tres metros dejó a la
embarcación suspendida por unos segundos en el aire y luego, de
repente, una segunda ola nos golpeó y ya fue demasiado, porque
empezamos a hundirnos», contó.
Ultima HoraEl yate «Mowgli» tenía más de veinte años y estaba preparado
para navegar en buenas condiciones, pero no aguantó el temporal y
zozobró. Los minutos que siguieron fueron de auténtico pánico y
Jurgen Ludwing Zu Hohenhole, el alemán de 43 años que acompañaba a
Peter, y dueño de la embarcación, llamó por teléfono al centro de
emergencias del 112 y pidió ayuda urgente. «Yo llamé a mi mujer y
le conté en pocas palabras lo que estaba sucediendo», agregó el
tripulante palmesano. Eran, aproximadamente, las 16.55 horas y se
encontraban a dos millas al noreste de sa Dragonera. Todavía había
luz solar, pero la noche estaba próxima y hacía un frío
intenso.
Peter y Jurgen se agarraron a los trozos de madera que salieron
a la superficie, tras el hundimiento, y esperaron acontecimientos,
con el miedo metido en el cuerpo. Peter, de 36 años, parece ser que
se colocó un traje especial para aguantar el frío y contaba con una
pequeña ventaja: había realizado un cursillo de resistencia y sabía
cómo desenvolverse en situaciones extremas. Pese a todo, la noche
fue muy dura y el navegante contó ayer que «veía a mi amigo sobre
una tabla, que se desplazaba muy rápido porque soplaba viento que
nos llevaba hacia el sur. También vi al helicóptero que nos
buscaba, pero el piloto no nos localizó. Durante la noche veía los
destellos del faro de sa Dragonera al este y la verdad es que lo
pasé muy mal, incluso me llegué a despedir de mi familia».
A las seis de la mañana, a 8 millas al noroeste del islote, el
pesquero del Port d'Andratx «Fortunata Segundo» encontró a Peter
Melis y lo rescató. Ya en tierra firme se comprobó que se
encontraba en buenas condiciones de salud y no fue necesario
hospitalizarlo. La odisea, con todo, no había finalizado y Jurgen,
el tripulante alemán, seguía desaparecido. A cada momento que
pasaba las esperanzas de encontrarlo con vida disminuían y al
final, sobre las 7.55 horas, un helicóptero del SAR lo vislumbró
flotando gracias a un chaleco salvavidas. Sin duda, la sentencia de
Peter se había cumplido: «Hemos tenido mucha suerte».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.