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Cuatro personas detenidas y la intervención de 2.800 gramos de pasta de cocaína es el resultado de una operación que ha llevado a cabo la Guardia Civil. La droga llegó a la Isla en un paquete procedente de un país sudamericano, cuyo destinatario era un individuo de nacionalidad ecuatoriana. La Guardia Civil montó un dispositivo de vigilancia al detectarla llegada del paquete y sospechar que podía contener droga. El pasado día 15 dos hombres se personaron en una compañía de paquetería para retirarlo, momento en el que fueron detenidos e identificados como Clever Manuel M.G., de 21 años, y Àngel Oswaldo A.M., de 23.

Ambos fueron trasladados a un juzgado de Manacor donde se procedió a la apertura del paquete, que contenía cuatro velas ornamentales de cera y en el interior la cantidad de 2.800 gramos de pasta de cocaína. A raiz de las investigaciones, se supo que el destinatario final de la droga era Roberto Carlos M.G., de 26 años, y relacionado con éste está el llamado Manuel G.I., de 34 años de edad, siendo los dos también detenidos. Con estos cuatro arrestos la Guardia Civil da por desarticulado un importante grupo que se dedicaba a la introducción de importantes cantidades de cocaína en Mallorca, para su posterior distribución por la zona de Santanyí, Porto Cristo y Cala Millor.

El proceso de fabricación de cocaína va desde la obtención de las hojas hasta el clorhidrato de cocaína. Durante este proceso la droga se transforma varias veces de la forma base en la forma de sulfato para favorecer su purificación. El sulfato de cocaína se conoce popularmente como 'pasta' o 'basuco', que ha sido la forma como ha sido intervenida en Santanyí. Se trata de un producto intermedio en el proceso de fabricación y ha sido rara la ocasión en la que ha sido intervenida en paises latinos. Sí que hay muchos antecedentes de intervenciones de la pasta en EE UU, donde se consume en forma de cigarrillo.

Fumar la pasta de 'coca' se reconoce como una forma de abuso especialmente grave y muy peligrosa por los productos químicos nocivos que lleva. Pero la pasta se utiliza también como proceso para obtener la etapa final de la droga, que es el clorhidrato de cocaína. Su pureza suele oscilar entre un 85%, por lo que después de los 'cortes' la cantidad que se obtiene para la venta al consumidor es mucho mayor.