TW
0

M. JUNCOSA/ J. RODRÍGUEZ
El puerto de Palma tuvo que cerrar entre las 8 y las 8.40 de la mañana de ayer, a causa de las rachas de viento de 40 nudos (más de 80 kilómetros por hora) que dificultaban la navegación marítima, obligando a la suspensión de las salidas de los buques «Milenium» de Trasmediterránea, con destino Barcelona; «Federico García Lorca», de Balearia, con destino Eivissa; y el «Bahía de Málaga» también de Balearia, con destino Valencia.

También se registraron retrasos en los barcos de transportes de mercancías e, incluso, dos buques que no se dirigían al puerto de Ciutat -el «Cememar 2», de mercancías, con destino Maó; y el «Hoggar Ferry», que realiza la ruta de pasajeros entre Argel y Marsella- tuvieron que fondear en la zona de abrigo del puerto, a la espera de que remitiera el temporal. Reanudaron sus travesías a las 6 de la tarde.

El puerto de Maó estuvo cerrado entre las 11 y cuarto de la mañana y las 5 y media de la tarde, a causa de las rachas de viento de hasta 40 nudos, lo que provocó que los buques de mercancías y pasajeros retrasaran las salidas que tenían previstas por la mañana hasta la tarde. El «Sorolla» de Trasmediterránea, con salida a las 10 de la mañana zarpó a las cinco y media de la tarde, mientras que el petrolero de CLH «Campobierzo» con destino a Cala Figuera, donde la compañía tiene sus depósitos de combustible, se mantuvo fondeado a la espera que el viento remitiera.

La flota pesquera, por su parte, siguió ayer amarrada debido a los fuertes vientos y olas del litoral isleño. El sector calcula las pérdidas en millones ya que lleva una semana sin poder salir.