«No ha sido tan salvaje como esperábamos, pero nos ha tenido en
vilo durante muchas horas». La frase pronunciada por uno de los
responsables de los equipos de emergencia que ayer veló para que
los daños del temporal fueran mínimos resume el sentimiento
generalizado: el mal tiempo provocó serios desperfectos en
numerosos pueblos de Mallorca, aunque afortunadamente no se
produjeron daños personales. Durante toda la noche una fina lluvia
fue anunciando la tormenta que se acercaba. Ya de madrugada las
precipitaciones empezaron a ser más copiosas y a primera hora de la
mañana la situación era muy delicada en distintas zonas de la Isla.
La Policía Local de Lloseta se movilizó porque se había
desbordado el torrente de s'Almedrà, a la altura de sa Màniga, y en
Alaró la torrentada dejó incomunicados a los vecinos de Los
d'Amunt, además de ocasionar el derrumbe parcial de una carretera.
En sa Pobla las cosas no iban mejor y la tormenta anegó terrenos
cultivables, con el consiguiente perjuicio económico, y desbordó el
torrente de Sant Miquel. En Pollença y Alcúdia las calles quedaron
inundadas y se produjeron problemas de tráfico, mientras que en la
zona de playa una capa de algas cubría de nuevo la arena, muy
maltratada en los últimos meses.
En Bunyola las precipitaciones hacían de las suyas una vez más
con el torrente Solleric, que se salió de su cauce y obligó a
cortar la carretera. En la vía Lluc-Caimari y sa Pobla-es Murterar
la situación fue idéntica, aunque horas después se recobró la
normalidad. En el paraje de Tossals Verds, entre Lloseta y Alaró,
un grupo de siete excursionistas tuvo que ser rescatado por
Protección Civil tras verse sorprendido por el aguacero. En Palma
el panorama no fue tan desolador y sólo sa Riera, con un caudal
inusual, evidenciaba la intensidad de la lluvia. En las
proximidades de Son Dureta un muro cayó sobre la terraza de una
casa, sin causar heridos.
A pesar del «panorama dantesco» las noticias del centro
provincial del Instituto Nacional de Meteorología apuntan a una
ligera mejoría para el día de hoy y a un cierto recrudecimiento
climático para el sábado, aunque sin llegar a los registros de
ayer. En este sentido, según el director provincial Agustí Jansà,
destacan los 215 litros que se recogieron en la estación de Son
Bernadas y los 210 de la estación de Son Vidal, ambas en Orient, y
los 207 litros de agua por metro cuadrado registrados en la base
militar del Puig Major. Otros registros importantes se localizaron
en Lluc, donde hasta el mediodía se contabilizaron 120 litros de
agua; en Bunyola, con 109 litros; Alaró, con 108; y Fornalutx,
donde se recogieron 101 litros por metro cuadrado, aunque en estos
últimos casos los datos corresponden a las 10'00 horas.
En el resto de la Isla los registros, aunque importantes, no son
tan llamativos y cabe resaltar los 69 litros recogidos en Calvià;
los 65 de Galilea; los 45 de Sóller; los 42 litros por metro
cuadrado en Santa Maria y los 21 de Palma. En lo que se refiere a
los vientos las previsiones se cumplieron, e incluso se superaron
en algunas zonas, como es el caso de los 139 kilómetros hora que
alcanzaron en la Serra de Alfàbia; los 97 kilómetros por hora
registrados en Valldemossa o los 86 kilómetros del Port de
Pollença. Otros datos destacables son los 84 kilómetros que alcanzó
el viento en el puerto de Palma, los 59 kilómetros por hora de
Porreres y los 60 kilómetros por hora registrados en Portocolom.
Las olas por su parte no se pudieron medir durante el día de ayer,
pero según las estimaciones del INM alcanzaron los 4'5 metros.
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