El Solleric se desbordó una vez más y quedó cortada la carretera entre Bunyola y Santa Maria. Foto: UH-INCA

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JAVIER JIMÉNEZ-JAVIER RODRÍGUEZ «No ha sido tan salvaje como esperábamos, pero nos ha tenido en vilo durante muchas horas». La frase pronunciada por uno de los responsables de los equipos de emergencia que ayer veló para que los daños del temporal fueran mínimos resume el sentimiento generalizado: el mal tiempo provocó serios desperfectos en numerosos pueblos de Mallorca, aunque afortunadamente no se produjeron daños personales. Durante toda la noche una fina lluvia fue anunciando la tormenta que se acercaba. Ya de madrugada las precipitaciones empezaron a ser más copiosas y a primera hora de la mañana la situación era muy delicada en distintas zonas de la Isla.

La Policía Local de Lloseta se movilizó porque se había desbordado el torrente de s'Almedrà, a la altura de sa Màniga, y en Alaró la torrentada dejó incomunicados a los vecinos de Los d'Amunt, además de ocasionar el derrumbe parcial de una carretera. En sa Pobla las cosas no iban mejor y la tormenta anegó terrenos cultivables, con el consiguiente perjuicio económico, y desbordó el torrente de Sant Miquel. En Pollença y Alcúdia las calles quedaron inundadas y se produjeron problemas de tráfico, mientras que en la zona de playa una capa de algas cubría de nuevo la arena, muy maltratada en los últimos meses.

En Bunyola las precipitaciones hacían de las suyas una vez más con el torrente Solleric, que se salió de su cauce y obligó a cortar la carretera. En la vía Lluc-Caimari y sa Pobla-es Murterar la situación fue idéntica, aunque horas después se recobró la normalidad. En el paraje de Tossals Verds, entre Lloseta y Alaró, un grupo de siete excursionistas tuvo que ser rescatado por Protección Civil tras verse sorprendido por el aguacero. En Palma el panorama no fue tan desolador y sólo sa Riera, con un caudal inusual, evidenciaba la intensidad de la lluvia. En las proximidades de Son Dureta un muro cayó sobre la terraza de una casa, sin causar heridos.

A pesar del «panorama dantesco» las noticias del centro provincial del Instituto Nacional de Meteorología apuntan a una ligera mejoría para el día de hoy y a un cierto recrudecimiento climático para el sábado, aunque sin llegar a los registros de ayer. En este sentido, según el director provincial Agustí Jansà, destacan los 215 litros que se recogieron en la estación de Son Bernadas y los 210 de la estación de Son Vidal, ambas en Orient, y los 207 litros de agua por metro cuadrado registrados en la base militar del Puig Major. Otros registros importantes se localizaron en Lluc, donde hasta el mediodía se contabilizaron 120 litros de agua; en Bunyola, con 109 litros; Alaró, con 108; y Fornalutx, donde se recogieron 101 litros por metro cuadrado, aunque en estos últimos casos los datos corresponden a las 10'00 horas.

En el resto de la Isla los registros, aunque importantes, no son tan llamativos y cabe resaltar los 69 litros recogidos en Calvià; los 65 de Galilea; los 45 de Sóller; los 42 litros por metro cuadrado en Santa Maria y los 21 de Palma. En lo que se refiere a los vientos las previsiones se cumplieron, e incluso se superaron en algunas zonas, como es el caso de los 139 kilómetros hora que alcanzaron en la Serra de Alfàbia; los 97 kilómetros por hora registrados en Valldemossa o los 86 kilómetros del Port de Pollença. Otros datos destacables son los 84 kilómetros que alcanzó el viento en el puerto de Palma, los 59 kilómetros por hora de Porreres y los 60 kilómetros por hora registrados en Portocolom. Las olas por su parte no se pudieron medir durante el día de ayer, pero según las estimaciones del INM alcanzaron los 4'5 metros.