El Ministerio Fiscal solicitó para el principal acusado, Miguel
Àngel de J.R., de nacionalidad española, una pena de 13 años de
cárcel, al considerarlo el segundo máximo responsable de la
organización. Asimismo, el fiscal pactó con el abogado de otro de
los implicados, Héctor Fabio C.B., un ciudadano colombiano de 23
años, una pena de cinco años de prisión. La tercera acusada, Eliana
María G.U., también con pasaporte colombiano, aceptó una pena de
dos años por el delito de complicidad en la trama.
Y finalmente, el fiscal retiró la acusación a la cuarta acusada,
Betty J.E., también del país suramericano, al entender que su
relación con el caso sólo se debe a su matrimonio con el presunto
capo del cártel, Marco Fidel S.Ch., de 49 años, máximo responsable
del laboratorio y de los viajes a Mallorca. Un individuo que ha
roto su relación con su esposa y que aprovechó la concesión de la
libertad provisional para fugarse de la Justicia. Un permiso
concedido a pesar de que había sido detenido en marzo de 1999 en
Palma, junto a Héctor Fabio C.B., con un kilogramo de cocaína que
procedía del laboratorio de Madrid.
Los hechos se remontan a febrero y marzo de 1999. Una operación
policial realizada conjuntamente por efectivos de la policía de
Palma y Madrid, concretamente de la comisaría de Ciudad Lineal, se
inicia con la detención en Ciutat de los dos narcos colombianos con
un kilo de cocaína. Los agentes descubrieron que la droga procedía
de un piso situado en la madrileña calle de Santa Susana. Allí,
mediante un registro con la preceptiva orden judicial, se descubrió
un importante laboratorio clandestino que contaba con una prensa
hidráulica, así como diverso material para manipular la cocaína
procedente de Colombia. Fue en esta intervención donde los agentes
descubrieron y detuvieron a los procesados Miguel Àngel de J.R. y
Eliana María G.U., que se encontraban en el piso de Madrid.
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