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El juicio que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma por una presunta estafa relacionada con la construcción y venta de nichos de los cementerios de Felanitx y Santa Eugènia, que supuestamente tuvo lugar hace seis años, fue aplazado ayer hasta mañana, después de que la víctima y media docena de testigos prestasen declaración ante el juez.

La víctima, que reclama una indemnización de unos 80 millones de pesetas, manifestó que constituyó una empresa de construcción con el nombre «Necrópolis Formigó Armat S.L.», con la intención de realizar obras en el cementerio de Felanitx y Santa Eugenia. El apoderado de esta empresa era uno de los dos acusados, que también era propietario de una empresa dedicada a construir nichos llamada «Formigó Armat S.L.» y que estaba en quiebra. El apoderado, según la víctima, se encargaba de llevar la empresa creada ya que ella vivía en Valencia y no podía venir a Mallorca.

Según la versión de la víctima, el apoderado de «Necrópolis Formigó Armat», desvió a la cuenta de su empresa «Formigó Armat», parte del dinero que 77 vecinos de Felanitx abonaron por la compra de nichos, y también de algunas letras. Durante la vista de ayer, el hecho de que las dos empresas tuviesen casi el mismo nombre causó varios momentos de confusión.

A preguntas de la defensa, la víctima indicó que no se habían anotado las operaciones realizadas por «Necrópolis Formigó Armat», por lo que no se concretó el capital inicial aportado por la víctima. El encargado de llevar la contabilidad de la empresa del acusado y que también debía encargarse de la de «Necrópolis Formigó Armat S.L.» indicó que sí que vio que se realizaban operaciones, pero que dejó de trabajar para ambos al poco tiempo de que se denunciase la presunta estafa. Tanto «Necrópolis Formigó Armat», como «Formigó Armat», tenían el mismo domicilio.