Una joven senegalesa se «plantó» 16 horas en el cuartel de San
Fernando, con su hijo de pocos meses en brazos, para presionar a la
Policía Local para que pusieran en libertad a su compañero, que
había sido detenido precisamente por darle una tremenda paliza.
En la madrugada del viernes al sábado, a las 4'00 horas, se
produjo una pelea en un piso del Rafal. La policía acudió y logró
entrar en la vivienda. Los agentes, desde el rellano, observaron
cómo un hombre de color, de gran envergadura, estaba golpeando con
violencia a una mujer en el comedor, por lo que la protegieron. El
individuo, de 25 años, no se resistió y fue trasladado al cuartel
de San Fernando. La agredida dijo que no deseaba denunciar, pero el
individuo fue arrestado porque los agentes fueron testigos de la
agresión. Después la mujer se personó en el cuartel acompañada de
su bebé e insistió para que su compañero fuera liberado. Los
funcionarios de puertas le explicaron que aquello era imposible, ya
que debía ser el juez quien decidiera si quedaba libre. La mujer,
que hablaba en inglés, insistió y aseguró que no se movería de allí
hasta que «sacaran» a su novio de las celdas.
Dicho y hecho. La agredida permaneció en aquellas instalaciones
hora tras hora, a pesar de los intentos de los policías para que se
marchara a casa y descansara. La senegalesa, sin embargo, hizo caso
omiso y siguió con su «plante», hasta que pasadas 16 horas le
advirtieron de que podía perder provisionalmente la custodia de su
bebé si seguía con él allí, ya que no podía atenderlo debidamente
ni alimentarlo. Cuando la joven escuchó aquellas palabras optó por
fin por marcharse.
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