Los dos botes no contenían gel, tal y como rezaban las etiquetas,
sino un alijo de cocaína de casi un kilo y medio. La Guardia Civil
ha interceptado a una narcotraficante que llegó ayer al puerto de
Palma cargada con esa sustancia, que supuestamente debía entregar a
la banda que la contrató como «correo». El buque procedente de
Barcelona atracó a las seis de la mañana y los agentes de la
Benemérita que realizan funciones de vigilancia y control de
pasajeros repararon en ella por su extraño comportamiento.
Aparentaba estar inquieta, aunque pretendía disimularlo y los
funcionarios decidieron apartarla del resto de pasajeros para
someterla a un completo registro. En su equipaje había enseres de
baño y entre esas pertenencias aparecieron dos botes de gel que
levantaron las sospechas de los guardias civiles. Y tal como se
comprobó después, el recelo inicial fue acertado, porque en lugar
de champú aquellos botes contenían 100 «dátiles» de cocaína, que
arrojaron un peso total de 1.200 gramos. Carmen C.P., de 36 años y
sin antecedentes policiales, quedó arrestada de forma inmediata y
fue trasladada a las dependencias de la Comandancia de la calle
Manuel Azaña, donde prestó declaración sobre el alijo.
Los agentes que investigan el caso, según informó ayer la
Oficina Periférica de Comunicación (OPC), tienen la certeza de que
la mujer fue utilizada como 'correo' por una banda que le pagó el
billete de ida y vuelta del barco y le prometió una elevada
cantidad de dinero por transportar el alijo hasta Palma. Lo que los
'narcos' no le explicaron fue el riesgo que conllevaba el viaje y
el precio que tendrá que pagar.
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