Además de ser un lugar de tránsito en el que cada año pasan
millones de personas, y trabajan miles en diferentes servicios, el
aeropuerto de Son Sant Joan tiene sus propias connotaciones en el
tema de la delincuencia. Las instalaciones aeroportuarias son
elegidas por grupos organizados y personas en solitario para llevar
a cabo acciones delictivas muy concretas. Así, por ejemplo, la
estadística señala que los delitos más comunes que se producen son
los del robo al descuido, sustracciones y robos mediante engaño.
También, la estadística refleja que de los cerca de 120 detenidos
el año pasado, la inmensa mayoría, más del 90%, son extranjeros.
Pero vayamos por partes y empecemos por el delincuente nacional. De
entrada, es raro que uno de éstos que actúa normalmente por Palma o
localidades de la isla se desplace a Son Sant Joan. Sobre todo en
verano, se ha detectado que un grupo de seis personas,
perfectamente organizado y de profesión «carteristas», se
desplazaba los fines de semana desde Málaga.
Una vez aquí se dedicaban a situarse en las colas y, según los
policías, haciendo gala de una gran experiencia, «limpiaron»
cientos de carteras a turistas. Después de varias denuncias se
montó un servicio especial y se les detuvo. Se dio entonces la
anécdota de que una mujer, que formaba parte del grupo, después de
reconocer lo que había hecho se mostró sorprendida y le dijo a los
policías: «es la primera vez, en los 20 años que llevo actuando,
que se me identifica y detiene». Otro grupo, este extranjero y en
su mayoría argelinos, se desplaza desde Barcelona a Palma con
billete de ida y vuelta el mismo día. Ello les permitía acceder al
aeropuerto, donde sustraían efectos del interior de equipajes y
horas después regresaban a la Ciudad Condal. Otra modalidad que se
ha utilizado en muchas ocasiones, y se sigue utilizando, es la de
que dos o más personas esperan a que un recién llegado al
aeropuerto acuda al párking a recoger su vehículo. Uno de los
delincuentes se le acerca con un plano de Palma y le pide que le
indique cómo llegar a un lugar concreto. Cuando la víctima se
aparta un momento del coche, otro delincuente coge la maleta o
maletas de la víctima y se va. También se ha detectado, y al
respecto se han formulado numerosas denuncias, a delincuentes que
se dedican a robar maletas y bolsos de mano por el procedimiento
del «tirón».
A lo largo de 2002 el total de denuncias que se formularon por
delitos en el aeropuerto se acerca a la cifra de mil cien, y del
más del centenar de detenidos muchos son reincidentes. En otros
casos se detectaron robos del interior de maletas de viajeros que,
curiosamente, se producían en el trayecto del avión a la cinta.
Aquí también se llevó a cabo una actuación y, sin que al final se
pudiera concretar la autoría, sí que se atajaron los robos al
tomarse una serie de medidas.
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